(Palabras del Entrenador Ivan Risti)
El ciclismo es a menudo el punto de partida para quienes se acercan al triatlón: un movimiento simple y familiar, realizado con un equipo que conocemos desde la infancia. Pero cuando se trata de carreras multideportivas, rápidamente nos damos cuenta de que simplemente "saber montar" una bicicleta de contrarreloj o triatlón no es suficiente. Por eso le pedimos al Entrenador Ivan Risti — un ex triatleta profesional italiano en distancias cortas y largas — que nos guíe a través de los secretos del triatlón y nos enseñe cómo entrenar con estructura y consistencia para obtener beneficios reales a mediano y largo plazo.

Transición de Natación a Bicicleta
En el triatlón, cada segundo cuenta. Sin embargo, hay una fase que a menudo se subestima y puede comprometer toda tu carrera: la transición de la natación al ciclismo — la llamada T1. Este paso implica más que solo quitarse el traje de neopreno y ponerse el casco; es un verdadero cambio fisiológico y muscular.
Después de la natación, tu cuerpo todavía está enfocado en el esfuerzo de la parte superior del cuerpo: hombros, espalda, brazos. Tus piernas, que se han utilizado menos, luchan por responder inmediatamente a las demandas de potencia del ciclismo. ¿El resultado? Durante los primeros kilómetros en la bicicleta, a menudo te sientes lento — con las piernas pesadas, sin aliento, con una frecuencia cardíaca elevada. Es una sensación común, pero que se puede evitar. ¿Cómo? Entrenando para ello — convirtiendo una debilidad en una ventaja. Veamos más de cerca cómo.

¿Por qué Entrenar para T1?
Durante T1, tu cuerpo necesita reajustarse rápidamente: tu posición cambia, se activan diferentes grupos musculares y tu patrón de respiración se modifica. Entrenar para nadar bien y pedalear fuerte no es suficiente — también necesitas prepararte para la transición entre estas dos disciplinas muy diferentes. Hacerlo ayuda a reducir el tiempo de adaptación y mejora la eficiencia durante los cruciales primeros minutos en la bicicleta.

3 Consejos para Entrenar la Transición de Natación a Bicicleta
¿Cómo entrenar para la transición de natación a bicicleta en triatlón? Aquí tienes tres consejos prácticos.
Brick de Natación a Bicicleta
El entrenamiento ideal es el llamado Brick de Natación a Bicicleta, que combina una sesión de natación seguida inmediatamente por una sesión de bicicleta. Este formato de entrenamiento es ampliamente utilizado por profesionales, especialmente en eventos de corta distancia como triatlones sprint y olímpicos, donde la reactividad rápida al inicio del segmento de bicicleta es crucial.
Puedes hacer un brick de natación a bicicleta en interiores — saliendo de la piscina y subiéndote directamente a un rodillo cercano (como un rodillo inteligente). Aunque esta configuración puede ser un poco complicada logísticamente, es mucho más fácil en verano: simplemente planifica una natación en aguas abiertas (mar o lago), cambia tus zapatos y sal a dar un paseo en bicicleta.
Entrenamiento de Activación Específica en Bicicleta
Otro entrenamiento efectivo para mejorar tu transición de natación a bicicleta (uno que yo mismo usé a menudo) es omitir la fase de calentamiento y comenzar tu paseo en bicicleta con bloques de alta intensidad desde el principio — a un esfuerzo similar al de la carrera. Esto ayuda a estimular la activación muscular inmediata, tal como en un escenario de carrera real. Sin embargo, ten cuidado: esta es una sesión exigente y debe usarse sabiamente, especialmente en la preparación para una competencia. El riesgo de sobrecarga muscular es real, así que siempre consulta con tu entrenador antes de agregarlo a tu plan de entrenamiento. Pero créeme — funciona. Pruébalo y compruébalo por ti mismo.
Entrenamiento en Piscina con Traje de Neopreno
Puede parecer obvio, pero las dificultades en la transición de natación a bicicleta también pueden derivarse de una mala adaptación al traje de neopreno de triatlón. El traje de neopreno altera tu posición corporal en el agua y puede restringir el movimiento de las piernas, sin mencionar su efecto compresivo. Ocasionalmente nadar en la piscina con el traje de neopreno puede ayudar a reducir la incomodidad y las sensaciones incómodas al inicio del segmento de bicicleta. Es un truco simple pero valioso.

No Dejes Nada al Azar
Las transiciones en triatlón no son lugar para la improvisación. Entrenar para ellas significa estar listo para manejar cada fase de la carrera de manera eficiente. Un inicio suave y reactivo en el segmento de bicicleta puede marcar una verdadera diferencia — tanto en términos de tiempo como de confianza. Convierte T1 de una debilidad en una oportunidad. Tu cuerpo (y tu resultado en la carrera) te lo agradecerán.
Consejos para el Día de la Carrera
-
Calienta adecuadamente antes de comenzar: ayuda a activar toda tu musculatura y aporta beneficios durante la transición de natación a bicicleta.
-
Activa tus piernas al final de la natación: intensificar tu patada en los metros finales puede facilitar la transición y ayudarte a manejar los primeros kilómetros en la bicicleta.
-
Controla tu ritmo y cadencia durante T1: no te excedas al correr hacia la transición. Esta es una fase crítica — aumentar demasiado tu frecuencia cardíaca puede perjudicar tu rendimiento al inicio del segmento de bicicleta. Mantén la calma y gestiona tu energía sabiamente.
-
Usa el engranaje correcto en los primeros kilómetros en la bicicleta: apunta a una cadencia ligeramente más baja. Esto ayuda a activar tus músculos de las piernas de manera más efectiva y reduce tu frecuencia cardíaca, evitando la falta de aliento típica de la zona de transición.
