Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, una vez bromeó: 'En este mundo nada puede decirse que sea seguro, excepto la muerte y los impuestos.' Resulta que olvidó un aspecto crucial, un tercer elemento a menudo pasado por alto: el debate continuo sobre todo lo relacionado con los frenos de bicicleta. Ya sean de contrapedal o manuales, tradicionales o de disco, mecánicos o hidráulicos, los frenos siempre han estado en el centro de un acalorado debate entre los entusiastas del ciclismo.
Bromas aparte, el debate actual sobre los frenos está realmente encendido en cuanto a la elección entre frenos tradicionales (frenos de llanta) y frenos de disco hidráulicos. Ciertamente no queremos echar más leña al fuego (¡ya hay bastante!), pero esbozaremos brevemente algunas de las diferencias más importantes entre las dos categorías.
Frenos tradicionales
¿Qué son los frenos tradicionales?
Durante más de 100 años, las bicicletas de carretera han estado equipadas con lo que, de hecho, se llaman frenos tradicionales. Son los más simples pero aún bastante efectivos. Cuando activas la palanca de freno, la tensión en el cable aumenta y la pinza de freno se cierra sobre la llanta de la rueda. Las pastillas en la pinza crean fricción en la pista de la llanta, frenando así la rueda.
Ventajas
El sistema aún funciona bien, por lo que todavía se utilizan ampliamente. ¿Qué ha hecho que los frenos tradicionales sean la primera opción hasta ahora?
- Simplicidad: si no está roto, no lo arregles. Décadas de investigación y avances tecnológicos no han cambiado el funcionamiento de los frenos tradicionales, de hecho, representan el estándar global.
- Mantenimiento fácil: los componentes del freno tradicional y su mantenimiento son básicos, lo que los hace más fáciles de reparar en comparación con sistemas de frenado más complejos.
- Rentabilidad: un sistema de frenado más simple equivale a una bicicleta más asequible. Reparaciones más fáciles y piezas de repuesto menos costosas se traducen en ahorros a lo largo del tiempo.
- Ligereza: un sistema simple como el del freno tradicional resulta en menos componentes, a veces también más ligeros, lo que a su vez se traduce en un peso total más bajo. Más ligero no necesariamente significa mejor, pero si buscas ahorrar en peso, son la solución adecuada para ti.
- Indicador de condición de la rueda: dado que la pinza está en contacto con la llanta de la rueda, es fácil saber cuándo necesita ser realineada al tensar nuevamente los radios. Si una de las dos pastillas está tocando la pista de frenado de la llanta más que la otra, entonces sabrás que tu rueda no está girando correctamente.
Desventajas
A pesar de que los frenos tradicionales aún dominan el mercado, eso no significa que sean perfectos. Veamos algunas desventajas.
- Menor potencia: generalmente, los frenos tradicionales, a pesar de haber experimentado varias mejoras, aún aplican menos potencia de frenado en comparación con sus contrapartes debido a la forma en que operan.
- Modulación reducida: esta es una forma técnica de decir que los ciclistas con frenos tradicionales tienen más dificultad para controlar la presión ejercida durante el frenado. Con estos frenos, es más difícil controlar la velocidad sin que la rueda se bloquee repentinamente. Incluso los profesionales tienen varios problemas, especialmente en días lluviosos y con ruedas de carbono (y pista de frenado de carbono).
- Sensibilidad a las condiciones climáticas: cuando las pastillas de freno se mojan, pierden gran parte de su efectividad, y tanto la potencia como la modulación se ven significativamente afectadas. Piensa que durante el lluvioso Campeonato Mundial de Ciclismo en Oslo, ganado por Lance Armstrong, el equipo nacional italiano, dirigido por el legendario CT Alfredo Martini, para aumentar la potencia de frenado, frotó cebollas y limones en la pista de sus llantas. Este viejo truco permitió desengrasar las ruedas de los residuos aceitosos que la lluvia había llevado del asfalto a los frenos, aumentando sí la potencia de frenado, pero reduciendo aún más la modulación, ya no óptima.
- Desgaste: toda la fricción generada por los frenos se refleja en la pista de frenado de la llanta, causando un desgaste gradual. Las marcas que se forman con el tiempo disminuyen el área que las pastillas tocan al frenar, reduciendo la efectividad y potencia del frenado. Al final, toda la llanta debe ser reemplazada.
- Tamaño de neumático limitado: la pinza debe envolver la rueda para alcanzar la llanta. Desafortunadamente, debido a su tamaño, no se pueden montar neumáticos más anchos en bicicletas con frenos tradicionales.
Frenos de disco
¿Qué son los frenos de disco?
Los frenos de disco para bicicletas han sido la respuesta a la demanda de ciclistas que estaban cansados del barro y la suciedad que con demasiada frecuencia obstruían sus frenos tradicionales. Los fabricantes, desde hace algunos años, han decidido introducir frenos de disco también en bicicletas de carretera. Para entender cómo funcionan, basta con pensar en los frenos de motocicletas y automóviles. En lugar de actuar sobre la llanta, los frenos de disco pellizcan el disco giratorio colocado en el buje de la rueda.
Sin perderse en demasiada tecnicidad, hay dos tipos de frenos de disco: mecánicos, que funcionan utilizando un sistema de cable de tensión para activar la pinza al igual que los frenos tradicionales; e hidráulicos, que en lugar de usar cables clásicos utilizan un fluido de frenos para activar la pinza.
Ventajas
El debate, como se dijo, sigue muy encendido y escucharás a varios entusiastas desglosar los argumentos más variados a favor de los flamantes frenos de disco. Veamos juntos cuáles son los principales puntos a favor de los frenos de disco.
- Más potencia: los frenos aplicados a un dispositivo específicamente diseñado para frenar la bicicleta ofrecen más potencia en comparación con los aplicados en la llanta.
- Mejor modulación: los discos permiten un frenado más preciso y fluido. Los pilotos son así capaces de dosificar con mayor precisión la cantidad de fuerza que quieren aplicar, disminuyendo la posibilidad de un bloqueo no deseado de la rueda. Además, los frenos hidráulicos son aún más fuertes y mecánicamente mejores en la modulación del frenado en comparación con los frenos de disco mecánicos.
- Fiabilidad en cualquier condición climática: cuando los frenos tradicionales luchan por agarrarse a las ruedas mojadas, los frenos de disco no tienen problemas. El disco giratorio es mucho más pequeño en comparación con la llanta de la rueda, por lo tanto, el agua se elimina con el paso de la pinza mucho más fácilmente.
- Desgaste: la presión causada por el frenado constante de los frenos tradicionales puede llevar al sobrecalentamiento o desgaste de la llanta y su consecuente rotura. Con los frenos de disco este problema se elimina. Además, generalmente los frenos de disco no se ven afectados por una posible deformación de la rueda.
- Tamaño de neumático ilimitado: dado que el tamaño de los neumáticos no está limitado por las pinzas de los frenos, los frenos de disco permiten montar ruedas más anchas. Este aspecto puede ser muy importante para aquellos que desean tener neumáticos más anchos que mejoren la comodidad y estabilidad de la bicicleta.
Desventajas
Los frenos de disco parecen superar a los frenos tradicionales en muchos aspectos, sin embargo, es bueno tener en cuenta cuáles son los aspectos negativos antes de tomar una decisión final.
- Más costosos: dado que son más complicados y tienen más componentes, los frenos de disco son a menudo más caros. Incluso el mantenimiento y el reemplazo, obviamente, resultan más costosos. Los hidráulicos en particular crean más problemas ya que cambiar el fluido de frenos es más complejo, y los expertos recomiendan hacerlo cada seis meses aproximadamente. Más partes y más mantenimiento se traducen en una mayor inversión inicial y un costo más alto a lo largo del tiempo.
- Peso: con rotores adicionales, tubos y depósitos, los frenos de disco pueden pesar incluso más de 500 gramos más que la alternativa tradicional. Esto puede no parecer una gran diferencia a primera vista, pero para ciclistas experimentados y profesionales es un factor decididamente relevante.
- Menos aerodinámica: todos los componentes adicionales que acabamos de nombrar, no solo cambian el peso, sino que también tienen un impacto significativo en la aerodinámica de la bicicleta. Nuevamente, a alguien puede no importarle mucho, pero, especialmente para aquellos que compiten, es un elemento a no pasar por alto.
- Calor en el sistema: donde hay fricción hay calor, en el caso de los frenos de disco la víctima no es la llanta sino el disco giratorio. Todo esto sucede solo en casos realmente excepcionales. Fabricantes como Shimano han insertado componentes que redistribuyen este calor de manera más eficiente.
- Ruido: si bien es cierto que los frenos de disco son mejores en condiciones climáticas adversas, un aglomerado de suciedad (arena, barro, etc.) puede hacer que silben terriblemente (en jerga, honk). Algunos ciclistas se han quejado de que los frenos de disco silban sin grandes razones en particular. Por esto necesitan un mantenimiento adicional y constante.
Consideraciones finales
Aunque los frenos de disco están ganando una importante porción del mercado, todavía por mucho tiempo tendremos bicicletas que montarán frenos tradicionales. Como hemos visto, ambas soluciones tienen varias ventajas y desventajas que las caracterizan. Cada uno de nosotros, como siempre, tendrá que elegir en función de sus propias necesidades. Incluso entre los ciclistas profesionales todavía hay quienes prefieren los frenos tradicionales y quienes prefieren los frenos de disco. En cualquier caso, es bueno saber que ambas son soluciones válidas y confiables.